El lacado es una técnica que proporciona una capa protectora y atractiva estéticamente a diferentes superficies. Para garantizar un lacado duradero y de alta calidad, es esencial seguir una serie de consejos.
Preparación de la superficie
El primer paso para garantizar un lacado duradero, es la preparación adecuada de la superficie. Esta fase resulta esencial para lograr una adhesión efectiva de la laca y así eliminar posibles defectos en el acabado final. Algunos aspectos clave de este proceso son:
Lijado minucioso
Antes de que se aplique cualquier laca, es importante lijar la superficie de forma minuciosa. Para ello puedes emplear papel de lija para eliminar cualquier posible irregularidad, astilla o capa anterior existente.
Limpieza profunda
Tras el lijado, se debe limpiar la superficie a fondo para eliminar el polvo, la suciedad y los residuos ocasionados por el lijado. Puedes emplear un paño suave, o uno ligeramente humedecido,
Reparación de defectos
En caso de que la superficie cuente con grietas, agujeros o abolladuras, es importante realizar las reparaciones necesarias antes de aplicar la laca. Puedes emplear una masilla apta para maderas o un compuesto de recuperación adecuado.
Protección de áreas no lacadas
Si hay zonas que no deseas lacar, es importante que las protejas con cintas adhesivas y papel para evitar cualquier aplicación de laca.
Selección del producto adecuado
Otro aspecto importante para garantizar un lacado duradero es la elección de los productos adecuados. Algunos consejos para escoger el producto más adecuado son:
Conocer los tipos de laca
En el mercado actual podemos encontrar diferentes tipos de lacas, como las lacas a base de agua, lacas a base de disolventes y las lacas de poliuretano. Cada una presenta sus propias características, ventajas y desventajas. Por ello, es importante seleccionar la más adecuada según el uso y las condiciones ambientales.
Leer las instrucciones del fabricante
Cada fabricante de laca proporciona instrucciones detalladas sobre la aplicación de sus productos. Es importante que leas estas instrucciones para comprender los tiempos de secado, la aplicación recomendad y cualquier otra precaución específica.
Pruebas preliminares para garantizar un lacado duradero
Antes de proceder a aplicar la laca en la superficie, prueba a realizar diferentes pruebas preliminares en pequeñas áreas para evaluar los resultados finales. Esta fase es importante si vas a lacar maderas o materiales porosos que puedan reaccionar de forma diferente a cada laca.
Capas delgadas y múltiples
La aplicación de capas delgadas y múltiples es una práctica clave para lograr un lacado duradero y de alta calidad. Esta técnica no solo contribuye a un acabado mucho más uniforme, sino que también mejora la durabilidad. Algunos aspectos adicionales a tener en cuenta:
Ventajas de las capas delgadas
Aplicar capas delgadas ofrece varias ventajas tales como un control más preciso del grosor del recubrimiento, reducir la posibilidad de acumulaciones y mejorar la capacidad de nivelación de la laca.
Secado rápido
La aplicación de capas delgadas facilita un secado mucho más rápido y uniforme. Siendo esto crucial para evitar cualquier problema de goteo o la acumulación de polvo durante el proceso de secado. Seguir los tiempos de secado recomendados entre cada una de las capas permite obtener mejores resultados.
Acumulación gradual
Aplicar las capas de forma gradual permite que cada capa se adhiera y seque por completo antes de aplicar la siguiente. Esto ayuda a prevenir problemas de adherencia y mejorar la resistencia del recubrimiento final.
Mejor control del grosor
La aplicación de capas delgadas proporciona un mayor control sobre el grosor total del recubrimiento. Esto es importante para aquellas superficies que requieran un acabado más preciso.
Lijado entre capas
Lijar de forma suave cada capa para eliminar las posibles imperfecciones, permite mejorar la adherencia y lograr un acabado más suave. Utilizar papel de lija fino permite evitar dañar el recubrimiento existente.
Mantenimiento regular
Mantener de forma adecuada las superficies lacadas es esencial para preservar no solo su apariencia sino también su durabilidad a lo largo del tiempo. Algunos aspectos a tener en cuenta para realizar un mantenimiento regular y garantizar un lacado duradero son:
Limpieza suave y regular
Realizar limpiezas suaves de forma regular mediante un paño suave y no abrasivo, permite garantizar un lacado duradero. Evita emplear limpiadores agresivos que puedan dañar la capa de laca aplicada previamente. Mantener una limpieza frecuente ayuda a prevenir la acumulación de la suciedad.
Evitar la exposición a factores dañinos
Evitar la exposición prolongada a factores tales como la luz solar directa, las temperaturas extremas o a las condiciones ambientales adversas pueden afectar la integridad de la laca con el tiempo. Emplear cortinas o persianas permite proteger las superficies lacadas de la luz solar directa.
Retoques y reparaciones
Realizar retoques y reparaciones tan pronto sean detectadas es importante para evitar que se agraven con el paso del tiempo. Para realizar estos retoques o reparaciones es necesaria la aplicación de una capa adicional de laca o el uso de kits de reparación específicos
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