La madera es un tipo de material que puede deteriorarse solo por el tiempo atmosférico. La humedad afecta mucho a su estado, haciendo que se pudra, por lo que es muy importante protegerlos desde un primer momento. Para ello, uno de los principales tratamientos es el barnizado.
El barniz es una disolución transparente de sustancias resinosas que ofrece un acabado imitando el color natural de la madera. Sirve para proteger los materiales de la suciedad, polvo o condiciones atmosféricas. Es un producto muy fácil de limpiar. Suelen tener textura gelatinosa y su aplicación puede realizarse tanto con brocha como con rodillo, e incluso con aerosol. Esta última técnica tiene varias ventajas, como que, al no utilizar pincel, su resultado es completamente uniforme, sin marcas. Su duración es mayor que la de la cera, otro tipo de acabado. Es importante acordarse de lijar y limpiar correctamente la superficie a barnizar antes de proceder a aplicar el producto.
Hay tres tipos de barniz según su acabado: el brillante que, como indica su nombre, aporta brillo a las superficies. Es de gran durabilidad y totalmente transparente. El acabado mate aporta un tono de este estilo, y se seca rápidamente. Debe ser aplicado mediante un pincel o una esponja. Por último, el satinado, que tiene más brillo que el anterior y es bastante resistente a las manchas.
Otra clasificación de los barnices es según la base de la composición. Encontramos con base acuosa, cuyo disolvente base es el agua, y es la más extendida y sostenible. La base oleaginosa se basa en aceite, y se le suelen añadir resinas que determinar su dureza y su brillo. La base piroxilina cuenta con nitrocelulosa y también se conoce como Duco; suele combinarse con laca. Para terminar, la base polimérica, cuyas sustancias reaccionan con un catalizador.
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En Barnizados La Mina trabajamos, además, con otros dos tipos de barnizado: el ignífugo y el ecológico. El primero destaca por la seguridad que aporta, ya que, al entrar en contacto con el fuego, no produce llama. Está fabricado a base de elementos alcalinos térreos, lo que supone que su acabado no sea igual al de los barnices tradicionales. Este tipo de acabado es recomendado para muebles de cocina, puertas o zonas en las que pueda producirse un fuego, como en el exterior cerca de barbacoas. Respecto al segundo, el barnizado ecológico, tiene como base el agua, por lo que protege la madera manteniendo sus propiedades naturales. Está compuesto por materias primas de original vegetal y/o mineral, lo que significa que sus residuos contaminantes son muy inferiores respecto a los del barnizado sintético tradicional, basado en el petróleo. Este tipo de barnizado cuenta con una gran durabilidad y, a la hora de repasarlo, basta con añadir una fina capa.
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