Es muy común toparse todavía con personas que por ahorrar algo de dinero prefieren realizar ellos mismos los trabajos de pintado o barnizado de muebles. Al final creen que con la compra de los materiales adecuados y un par de vídeos a modo de tutoriales en YouTube será suficiente para lograr un acabado perfecto y un aspecto renovado en su mobiliario.
El problema es que el proceso no es tan sencillo y tan rápido como parece, por eso hoy desde Barnizados La Mina queremos dejar por aquí algunos de los errores más comunes que se cometen a la hora de pintar o barnizar nuestros enseres.
No lijar el mueble antes de comenzar a trabajar
Lo más probable es que si vamos a barnizar un mueble sea porque su pintura actual se encuentra en mal estado, desgastada. Por lo tanto, el primer paso y fundamental es el lijado del mueble, para eliminar toda la pintura o los restos de producto acumulados. Además, será fundamental para que la aplicación del nuevo producto consiga una mejor adherencia.
No limpiar el mueble correctamente
Esto podría ir de la mano con el punto anterior, pero queremos dividirlo porque nos parece interesante dejar clara esta distinción, ya que hay personas que lijan el mueble, pero no lo limpian correctamente.
Has de asegurarte de limpiar muy bien el polvo y los restos del lijado. Pásale un paño húmedo atendiendo a su estado. Piensa que, si quedan restos de polvo, estos pueden alterar a posteriori la capa de pintura, dejando esa sensación de pequeños puntos que sientes cuando deslizas la mano sobre su superficie.
No reparar o arreglar el mueble antes de pintar
Otro punto importantísimo. A veces por las prisas de aplicar la pintura y acabar con el arreglo, no comprobamos el estado funcional de nuestros muebles, y esto luego nos puede traer problemas.
Antes de aplicar el producto comprueba si las puertas se abren correctamente o si hacen ruido (en el caso de tratarse de un armario o similar), la adherencia de los picaportes, o de los tiradores en el caso de las cómodas. También puedes comprobar si las patas cojean, etc.
Si tienes en cuenta estos detalles antes de realizar el barnizado, no tendrás que preocuparte después por estropear el trabajo con el arreglo de las piezas.
No realizar el barnizado en el lugar adecuado
No hay un lugar concreto donde barnizar o pintar nuestros muebles si es lo que estás pensado. Pues claro que lo mejor es barnizar en un garaje, un taller o alguna superficie que no tenga peligro de mancharse o ensuciarse, pero esto no es lo más importante.
Lo que nos importa realmente es cubrir todo el escenario con algún plástico o lona para evitar que las partículas de polvo y suciedad puedan acabar en el mueble durante el secado.
También debes recordar que hay productos como la acetona o el cloruro de metileno, entre otros, que podrían perjudicar nuestra salud, por lo tanto, has de llevar especial cuidado con utilizar mascarilla y la indumentaria adecuada, y proteger a tu entorno cuando realices este tipo de trabajos.
Aplicar capas muy gruesas de pintura o barniz
Una vez que comenzamos a aplicar el producto, hemos de tener clara una regla básica: Es mejor aplicar más capas finas, que una capa gruesa para tratar de ahorrar tiempo y trabajo.
Si aplicamos las capas muy gruesas habrá más posibilidades de percibir imperfecciones cuando el mueble u objeto se seque. Además, el secado también será más complicado de controlar, porque sin darnos cuenta podemos cubrir zonas con más cantidad de pintura que otras.
En cambio, si aplicamos capas muy finas, el proceso será más uniforme y en consecuencia el resultado será mucho más profesional y de mayor calidad.
No utilizar los productos adecuados
Esta es otra forma de ahorrar dinero, además de evitar la contratación de los profesionales también podemos recurrir a materiales de peores calidades. Ya no solo en cuanto a la selección de barnices o pinturas, sino también a la hora de seleccionar las brochas que vamos a utilizar. Sus cerdas han de ser de un grosor y tamaño determinado para cada tipo de superficie si queremos las mejores calidades.
Además, las brochas demasiado económicas podrían perder sus cerdas más fácilmente y que estas caigan sobre la pintura dañando o dificultando el trabajo.
No esperar el tiempo suficiente tras la aplicación del producto
Este es uno de los errores más comunes, por las prisas y las ganas de acabar pronto. Ocurre cuando aplicamos las capas de pintura o barniz sin aguardar el tiempo suficiente y esto afecta al resultado final, ya que si la pintura está húmeda cuando apliquemos la segunda capa esta puede dañarse, formar grumos o rugosidades en el acabado.
En definitiva, desde Barnizados La Mina recomendamos siempre acudir a los profesionales, porque ellos cuidarán todos estos detalles al pie de la letra logrando así los mejores resultados para nuestros muebles, pero en el caso de que quieras probar a barnizar tus muebles tú mismo, atiende bien a nuestras recomendaciones y consejos.
Para más información puedes ponerte en contacto con nosotros, en Barnizados La Mina somos expertos en lacados, barnizados y restauraciones de muebles y estaremos encantados de ayudarte.