Cuando hablamos de lacados o de barnizados, siempre nos referimos a ellos como procesos de cuidado y restauración de muebles y objetos del hogar. Y así es. Tanto el lacado como el barnizado de muebles son una perfecta opción para recuperar el brillo y la imagen de nuestros enseres que, por el paso de los años, las condiciones climáticas de humedad o exposición al sol, etc. pueden haber sido corroídos o descuidados y requieran de productos o tratamientos especiales para recuperar su aspecto.
Pero, cuál es el papel del decapado en todo este proceso, por qué es importante para el cuidado de nuestro mobiliario. No te preocupes, hoy desde Barnizados La Mina te lo contamos.
Antes de nada, para conocer la importancia del proceso de decapado hay que definir este concepto y saber cuál es su objetivo. El decapado es una técnica de pintura y restauración que consiste en eliminar todas las capas viejas de producto que un mueble u objeto pueda albergar sobre su superficie, para posteriormente cubrirlo nuevamente con nuevos materiales. Con el decapado se puede eliminar todos los tratamientos o materiales que se haya aplicado previamente, ya sean barnices, pinturas, etc.
Al retirar todas estas capas de producto viajas y deterioradas lo que se consigue es alcanzar la madera virgen de nuestros muebles. Por ello el decapado es también la mejor forma para valorar y conocer el estado de nuestros mubles. Tras la aplicación del producto podemos encontrarnos con una madera en mal estado, que haya adquirido alguna especie de hongo, o insecto xilófago y de ser así podremos aplicar, antes del barnizado o la pintura, algún otro tratamiento para eliminar los hongos o insectos y mejorar el estado de nuestros utensilios.
El problema de no comprobar el estado de los muebles antes de aplicar cualquier tratamiento para mejorar su aspecto es que pensaremos que todo marcha bien, mientras que en el interior la madera puede estar sufriendo daños y es posible que llegue a un punto en el que sea difícil recuperar su aspecto original, ni tan siquiera recurriendo a la restauración de muebles.
Para eludir una situación similar te recomendamos que visites una de nuestras publicaciones del blog en la que hablamos de cómo evitar que tus muebles de madera se estropeen.
Además del decapado hay otros métodos para eliminar los restos de productos de los muebles. El más común es el lijado.
Diferencias entre lijado y decapado:
Como decíamos, además del decapado el lijado se utiliza también para retirar restos de pintura, alisar, reparar y aportar uniformidad a la superficie del mueble. También es favorable para abrir los poros de la madera y mejorar a posteriori la adherencia del producto que se aplique.
Aunque entrando en diferenciación es importante saber que con del decapado el proceso es mucho más sencillo, y más rápido. Además, es posible que lijando nos cueste mucho llegar a la última capa de la madera si esta ha sido tratada en muchas ocasiones.
Hace unos años el problema de los decapados era que la utilización productos químicos como el cloruro de metileno que podía resultar peligroso y muy abrasivo, pero ahora las cosas han cambiado, este tipo de principios activos están prohibidos y los decapados se componen ahora de productos más seguros que facilitan mucho el trabajo de los profesionales.
El lijado además acompaña también al propio proceso de decapado ya que antes de aplicar el producto como tal es importante limpiar la zona con la lija para eliminar los restos más superficiales. A continuación de aplica el tratamiento y se retira una vez esté seco con una espátula o un chorro de agua a presión.
Aun así, también hay casos en los que es más recomendable lijar porque tan solo se pretende eliminar imperfecciones como astillas o pelillos de la madera. Con la lija no destruimos la madera, sino que la preparamos para el uso familiar y cotidiano.
Si quieres saber más sobre decapados de muebles puedes visitar nuestra web o ponerte en contacto con nosotros. Desde Barnizados La Mina somos expertos en lacados y barnizados y estaremos encantados de ayudarte con lo que esté en nuestras manos.
